
2 I
EL SECTOR • Octubre 2020
PERFIL
Maria Empar Martínez, directora general de Industria, Energía y Minas de la Generalitat Valenciana
“Vamos a aprovechar el viento a favor”
“El viento en contra, que es el de la pandemia, está en contra de todo el mundo. Vamos entonces a aprovechar la corriente a favor”. Maria Empar Martínez,
directora general de Industria, Energía y Minas de la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, considera que el sector
de la madera y mueble tiene ventajas competitivas en este momento. Las claves son la inversión estratégica, las posibilidades de la economía circular y algo
que ha traído la pandemia: al atrevimiento.
Ana Valdés
El Covid 19 nos ha traído una etapa
de incertidumbre económica.
¿Cómo se ven las perspectivas
desde la Dirección General?
La incertidumbre existe, ya que no
sabemos cuánto va a durar esta situación,
depende únicamente de la
capacidad de la ciencia. Pero creo
que también vamos aprendiendo a
vivir en ella y con ella.
Pese a que la empresa necesita seguridad
y estabilidad, la industria
y concretamente la del hábitat ha
sido capaz de hacer frente a esa
incertidumbre y de aprovechar la
oportunidad. Es un sector ágil, que
aprovecha sus ventaja competitivas.
¿Ha sorprendido la industria en
ese sentido?
Por mi trabajo tengo la suerte de
poder conocer e identificar capacidades
en el territorio y en la industria,
fortalezas que ya tenían pero
ahora han salido a la luz: esa aptitud
de sumar recursos, esa capacidad
de reacción, esa flexibilidad…
Ya era capaz de adaptar ciclos de
producción y fabricar casi en función
de demandas del mercado
cambiantes, de adecuar la producción
a las necesidades.
Y aún así, lo que sí ha sido sorprendente,
o admirable, es que haya
podido llevar esa flexibilidad hasta
cambiar la producción, y hacerlo
además junto a otros, para adaptarse
a la situación de emergencia.
Hay empresas que han cambiado
las líneas de producción
adaptándose a la fabricación de
elementos de protección.
Sí, totalmente. Y puedo decir en
primera persona la cantidad de
empresas que mostraron su voluntad
y capacidad de hacerlo desde el
minuto cero. Si hubiera hecho falta
un centro más de producción lo
hubiéramos tenido, esa solidaridad
ha sido impresionante.
¿Ha colaborado el Covid-19 a
agilizar la digitalización?
En una parte sí, pero en otra no.
Hemos dado un gran salto en teletrabajo
y se ha digitalizado la comunicación
empresarial y hemos
ganado tiempo y operatividad.
Además se ha potenciado la digitalización
orientada a las ventas, con
espacios comerciales alternativos
que se han desarrollado al no poder
utilizar los canales anteriores.
Donde creo que ese empuje no se
ha notado tanto y debemos seguir
incidiendo es en la digitalización de
procesos productivos. El Covid ha
hecho que nos diéramos cuenta de
lo importante que es poder monitorizar
a distancia, pero, aun así, no
se ha avanzado tanto como en la
comunicación interpersonal.
Es una digitalización paralela, en
campos que no estaba previsto,
de momento, digitalizar: reuniones,
congresos, ferias…
Sí, así es. Por ejemplo, la crisis provocada
por la pandemia nos ha hecho
reorientar algunas de nuestras
acciones en seguridad industrial.
Un ámbito, en principio no directamente
afectado pero que el Covid
nos ha hecho aún más sensibles
a la importancia de aquello que
funciona cuando no “se ve” como
es la seguridad. Hemos visto la relevancia
de disponer de sistemas
de mantenimiento y operación a
distancia que no existían o no estaban
generalizados, de forma que,
ante una imposibilidad de acceso
a las instalaciones, se pueda detectar
un problema e incluso reparar
a distancia. Desde el Consejo
Valenciano de Coordinación de la
Seguridad Industrial seguimos impulsando
acciones para hacernos
conscientes de ello e impulsar acciones
de mejora de la seguridad
industrial en todo tipo de establecimientos.
¿Ha alterado la crisis sanitaria el
Plan Estratégico de la Industria
Valenciana?
Cuando acabó el estado de alarma,
reunimos a las mesas sectoriales
de la industria para revisar
juntos el Plan. La conclusión fue
que las estrategias son perfectamente
válidas y que tenemos que
seguir en la misma dirección, con
las acciones y objetivos de las seis
líneas: innovación; transformación
digital; internacionalización y posicionamiento
de la cadena global de
valor; talento, formación y empleo
de calidad; estrategia energética; y
cooperación.
La industria quería seguir invirtiendo
y seguía necesitando apoyo. Se
acaba de publicar la resolución de
ayudas a la inversión industrial de
las pymes. Hemos logrado recuperar
el montante de 32 millones
de euros que fue destinado a la liquidez
inmediata que hizo falta en
el estado de alarma para ayudas a
ERTEs y autónomos; y es muy positivo
haberlo logrado, pero aún es
más positivo que todas esas pymes
sigan manteniendo su inversión.
La Administración aporta una parte,
invierte porque invierte la industria,
que sabe que su actividad
va a seguir adelante. Reactivamos
también FININVAL-Industria y
publicaremos en breve la convocatoria
para aportar más vías de
financiación de la industria.
¿Se mantiene entonces el Plan
2018-2023 para nuestro sector?
Sí, completamente. Las reuniones
nos lo han confirmado, aunque el
Covid haya hecho necesaria alguna
adaptación, como actuaciones
enfocadas a ferias online, espacios
virtuales de comercialización, etc.
Este año dimos además el salto de
trabajar con convenios singulares,
que desarrollan proyectos estratégicos
de mayor calado, como el que
tenemos con este sector, centrado
en la economía circular.
¿Es un valor estratégico para
nuestro sector?
Sí, sin duda. En primer lugar, el
mismo material aporta una ventaja
competitiva. La madera, además de
su altísimo valor en sostenibilidad,
tiene una posibilidad de aprovechamiento
muy elevada, al convertirse
de residuo a insumo sin prácticamente
procesamiento.
En segundo lugar, porque en la
cadena de valor del producto hay
muchas sinergias aprovechables.
Nuestro entorno es otra ventaja
competitiva. Que el producto, material
o servicio pueda llegar hasta
nosotros con menor recorrido es
economía circular. Además de proporcionar
negocio a su territorio,
pueden aprovechar juntos, empresa
y proveedor de la misma zona,
las posibilidades de su instituto
tecnológico para dar competitividad
a su producto o los servicios
de sus asociaciones sectoriales para
canalizar intereses comunes.
Habría que revisar proveedores lejanos
que se contrataron por coste
hace una década, porque hoy en
día puede resultar más económico
el cercano, por coste, por calidad o
por ventajas competitivas. Es perfectamente
viable.
El momento álgido de la pandemia
la situación era de tal urgencia que
se emprendían acciones sin esperar
a que el contexto nos lo posibilitara.
Nos atrevimos. Y funcionó. No
perdamos ese dinamismo.
¿Le gustaría transmitir desde la
Dirección General algún mensaje
al sector?
Que aprovechen el viento que corre
a favor. El viento en contra, que
es el de la pandemia, está en contra
de todo el mundo. Ha surgido la
atención al hábitat, como una nueva
necesidad, con materiales de calidad,
con interés por el producto,
con nuevos valores de seguridad.
Implicación y compromiso
Implicación, compromiso y
afecto por el sector de la madera
y mueble. Es Maria Empar
Martínez. Con un discurso
sereno, cercano y coherente,
se acerca a la industria, observa
y escucha, analiza y
propone. Y lo vive. Es lo que
más le gusta de su cargo:
“la oportunidad de construir
juntos, de impulsar conjuntamente
proyectos ambiciosos
y generar saltos interesantes
que puedan añadir valor”. Su
conocimiento del sector es
innegable. No en vano creció
profesionalmente muy cerca
de él. Su otra gran pasión, el
teatro, al que dedica como
espectadora, gran parte de
su ocio.